El Santiago Bernabéu ha sido testigo de innumerables proezas a lo largo de su historia. El Bayern de Múnich repitió de nuevo en esta lista interminable de noches para el recuerdo en el feudo blanco. Durante el primer acto el conjunto merengue sacudió los fantasmas de Munich, arrancando enérgico y valiente. Si bien en Alemania fue el Bayern quien tomó la riendas y asfixió a los madridistas en el primer cuarto de hora, en la noche de ayer fueron los de Carlo Ancelotti quienes tomaron el control de la situación y arremetieron en numerosas ocasiones contra la portería defendida por Manuel Neuer. Un Vinicius prolífico estrelló en el poste un disparo cruzado en la que fue la mejor ocasión del primer tiempo. En el minuto 26, Gnabry cayó lesionado y fue sustituido por Alphonse Davies, que actuó como extremo hasta el final del choque. El Bayern, por su parte, tuvo en las botas de Harry Kane su opción, sin éxito ante un serio y concentrado Lunin.

Una mejoría latente respecto al encuentro de ida hacía presagiar un segundo tiempo algo más tranquilo para el Real Madrid. Nada mas lejos de la realidad. La escuadra capitalina seguía contando con las mejores ocasiones del encuentro, con Vinicius como protagonista de ocasión. El brasileño cargó el equipo a su espalda a lo largo de todo el partido y fue un auténtico quebradero de cabeza para un Kimmich desbordado en el flanco derecho. El Bayern se sostuvo en todo momento y encontró en Davies una baza inesperada. El canadiense cabalgó la banda izquierda bávara con un Real Madrid desarmado, ingresó en el área, amagó con irse a su perfil natural y sacó un excelente disparo con su pierna menos hábil, para poner al Bayern por delante y meterlo en la final momentáneamente. Acto seguido, los banquillos comenzaron a moverse. Modric, Joselu y Brahim fueron los elegidos para rescatar al Real Madrid, mientras que en el Bayern fueron Kin Min Jae, sustituyendo a Sané, y Choupo – Moting en detrimento de Kane, las apuestas de Tuchel. El VAR anuló un gol a Nacho tras haber cometido falta previa sobre Joshua Kimmich y esto no sería más que el preludio de una historia que ya hemos visto antes.

Corriendo el 88′ en el electrónico, Vinicius probó fortuna con un disparo fácil al cuerpo de Neuer. El alemán falló en el blocaje y dejó el esférico muerto a merced de Joselu, que lo mandó al fondo de la red para hacer soñar al Santiago Bernabéu, una vez más, con otro pase a la final, con otra remontada histórica, con otra noche mágica … Con otro día en la oficina. Dos minutos después, sucedió. Nacho encontró el balón suelto en el área para dejar en beneficio a un Antonio Rüdiger que, como si de David Alaba se tratase, la puso en el área con su pie izquierdo y, nuevamente, Joselu, erigiéndose como figura incontestable, la empujó junto a todo un Santiago Bernabéu que explotaba en júbilo. Con 14 minutos de añadido el conjunto alemán tuvo la opción de igualar la contienda en una acción mas que controvertida. El colegiado señaló fuera de juego en una acción que acabó en gol de Matthijs De Ligt, pero al haber señalado antes de finalizar la jugada, no existió posibilidad de una revisión posterior.

El encuentro llegó a su fin y el Real Madrid certificó el pase a su cita preferida, la final de la Champions League, el próximo 1 de Junio. Su rival, el Borussia Dortmund, en Wembley.





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