En una noche épica en el Neo Química Arena, Racing logró un empate 2-2 frente a Corinthians en un partido de Copa Sudamericana que quedará en el recuerdo de los hinchas. Bajo una lluvia torrencial que solo sumó dramatismo a la escena, el equipo de Gustavo Costas plantó cara a un gigante brasileño en una verdadera batalla futbolística de ida y vuelta.

Maximiliano Salas fue quien abrió el marcador para la Academia tras aprovechar un error en la defensa rival, definiendo con precisión al primer toque y adelantando a los de Avellaneda. La ventaja inicial, sin embargo, se diluyó con el despliegue de Corinthians, que mostró su potencial con dos golazos de Yuri Alberto, el primero de ellos a pase del neerlandés Memphis Depay, quien hasta hace poco brillaba en Europa y ahora sorprende con su presencia en Brasil.

Aun con el resultado en contra, Racing no se amedrentó. El equipo salió al segundo tiempo con un juego decidido, tomando el control en el mediocampo con Almendra y un Nardoni incansable, y logrando el empate a través de Gastón Martirena, quien selló su gol con una jugada que incluyó un caño y una pared con Almendra, y que definió de manera impecable para poner el 2-2.

En los últimos minutos, Corinthians, dirigido por Ramón Díaz, intentó inclinar el resultado a su favor con llegadas peligrosas, pero el arquero Gabriel Arias volvió a ser héroe, con intervenciones clave que dejaron a Racing con vida y a sus 3.000 hinchas en Brasil soñando con la final.

La revancha será el próximo jueves en el Cilindro, donde la Academia intentará dar el paso final hacia la ansiada final internacional, un objetivo que no logra desde hace 36 años.

Foto: Racing Club.
Informa: Juan Donadio Paz.



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